viernes, 25 de marzo de 2011

Perspectiva positivista:

Bajo el collage de ideas que inundan y rigen la conducta del ser humano, existen grandes diferencias que se contraponen entre si, sin embargo toda esa lucha ideológica, se supone es discutida para bienestar del hombre y tener así una vida mas placentera donde cada acción sea regulada por una serie de normas conductuales.
Hace ya decenios atrás, existe una lucha reñida por exaltar la virtud de su quehacer y principalmente son dos perspectivas que distaban de conjugar y equiparar  fuerzas para bien del hombre, la primera conocida dentro del derecho como la doctrina o perspectiva del derecho natural y la segunda conocida como derecho positivo o perspectiva positivista, positivismo jurídico o la teoría pura del derecho, a simple vista podemos vislumbrar los problemas que se gestan al comparar estas dos, puesto que los ideales en cierto modo difieren en la practica ideológica y ciudadana.
En primera instancia una perspectiva natural se basa en otorgar poder absoluto no al hombre sino al entorno, nuestros derechos son deducidos por la naturaleza y por lo tanto son validos en cualquier tiempo, y en cualquier sitio donde nos encontremos o por otro lado los derechos son otorgados por una divinidad.
El derecho positivo surge a partir de un orden de ideas por voluntad del ser humano, sin la intervención divina ni de ningún otro ente, ser o fuerza sobrenatural en pocas palabras: “el hombre tiene derecho por que la ley se los otorga” todo ello surge bajo el marco de análisis de instituciones cuyas funciones están dedicadas a ello es decir; bajo órganos rectores como legislativos, administrativos, y judiciales, cada uno aportando ideas y estrategias así como también vigilando por la creación e implementación de un fin principal: justicia, la cual se define como la constante y perpetua voluntad de dar a cada quien lo que le corresponde.


Es así que, en resumidas cuentas podemos decir que la ciudadanía puede hacer todo lo que la ley no prohíba y la autoridad puede hacer lo que la ley permita, todos deben cumplir con lo que dicta la ley.
Ejemplo: en México día a día se lucha en contra del narcotráfico, día y noche podemos ver en las noticias, leer en el periódico, y escuchar por la radio la guerra que el mismo presidente de la república mexicana: Felipe calderón Hinojosa ha declarado en contra de los delitos a la salud pública, el aparato judicial dictamina el arraigo de las personas que atenten y violen la ley. Su condena dictamina años encerrado tras las rejas de un penal. Con ello se pretende mejorar la calidad de vida de los ciudadanos alejado de las drogas, aunque con ello pareciera se estuvieran violentando varios de los derechos descritos en la declaración universal de los derechos humanos entre ellos:
Artículo 3.
• Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.
Artículo 5.
• Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Artículo 23.
• Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.

Andrea Rubalcava Luis

1 comentario:

  1. La idea de ofrecer un ejemplo tenía como espíritu ofrecer al potencial lector un caso "real" donde se vea reflejado el planteamiento. Suena, bien; sólo faltó eso.

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